No vuelvo a beber. Sé que es lo que se dice siempre, pero esta vez es definitivo. Os pongo en antecedentes.

El sábado celebramos la despedida de soltero de un buen amigo (hola Alberto!!!) y la verdad es que lo pasamos realmente bien y no voy a entrar en detalles sobre eso. El tema es que bebimos un poco (apenas un par de copas), pero suficiente para que lleve dos días con el estómago destrozado. Todos sabemos que el que te pongan garranfón en las copas es ilegal, pero también sabemos que eso les importa un bledo y que prefieren ganar mucho más dinero a costa de nuestra salud.

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